Martes 18.03.2025

La festividad de Purim celebra el valor de una mujer que evitó un genocidio

Por: Mario E. Cohen

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El viernes 14 de marzo (comenzando el jueves 13 a la noche) los judíos festejaremos  PURIM, una festividad muy alegre en recuerdo de la salvación de los judíos de la matanza en el reino de Persia. Los disfraces de los niños, las matracas y la lectura del Libro de Esther son los hechos salientes de esta hermosa festividad.

La festividad del Purim es una celebración que tiene por lo menos 2350 años. El estilo de la celebración es distinto al del resto de las festividades judaicas, ya que no sólo se relata la historia sino que se la actúa. Los niños se disfrazan de los personajes de este curioso relato.

Si indagamos en el significado etimológico, vemos que la raíz “Pur” alude a echar suerte y es un derivado del acadio: “tirar los dados” (Purim, a su vez, es el plural de Pur). Y estas suertes echadas que nomina la palabra Purim están descriptas en la historia que se desarrolla en el relato del Libro de Esther (Meguilat Esther). Allí se nos cuenta que en la época en que el Imperio Persa era una de las más vastas extensiones del mundo (abarcando desde Etiopía a la India), el reino era gobernado por el irresoluto rey Asuero, casado con la hermosa Esther. El tercer protagonista de la historia es el primo y padre adoptivo de Esther, Mordejai o Mardoqueo (ambos de origen judío). Éste le advierte al monarca, al comienzo del relato, acerca de un complot en su contra y al final el rey lo recompensa con honores.

La cuarta figura de esta narración es el visir Hamán. Este personaje logró persuadir al rey para que firmara un decreto de exterminio contra todos los judíos del reino. Para conseguir sus propósitos argumentó -como lo han hecho en la historia diversos genocidas- que “ellos tienen leyes distintas” y que “no nos conviene” tolerarlos.

La saga tiene un final feliz, el rey acepta los argumentos de Esther a favor de los judíos y se arrepiente de la medida anterior. Los judíos se agrupan, se defienden con las armas y se salvan del exterminio. Incluso. la horca destinada a Mordejai sería luego usada para ahorcar al vil Hamán. Según la narración, fue una sola mujer, Esther, la que, con la ayuda divina, ha salvado a todo un pueblo.

La fecha para el exterminio habría sido determinada por los persas en el acto de echar suertes, recayendo en el 13 del mes hebreo de Adar. La celebración del Purim es entonces al día siguiente, el 14 del mes de Adar.

Es obligatorio además festejar Purim con un banquete y dar dádivas a los pobres. Además, hasta en la comida nos burlamos del malvado Haman por lo se acostumbra a comer unos pasteles llamados “orejas de Hamán”.

Como curiosidad podemos señalar que algunas comunidades judías que se han salvado de otros exterminios tienen Purim especiales propios en otras fechas del año. En la América colonial los criptojudíos esperaban una salvación milagrosa por lo que festejaban el Purim durante varios días.

En conclusión: La celebración de Purim simboliza hoy, con una perspectiva más generalizada, la liberación y salvación de cualquier intento de genocidio, en cualquier tiempo y lugar.  Además, revaloriza el valor de la mujer, representada, en este caso, por la valerosa reina Esther.

De alguna manera esta festividad representa el triunfo del bien sobre el mal y de la humanidad sobre el racismo y el fanatismo.

(*) Presidente del CIDICSEF