Cuando el emperador Federico II de Sicilia construyó a 60 km al noroeste de Bari en Apulia, sudeste de Italia, el castillo octogonal de Castel del Monte entre 1240-1249, lo dotó de una arquitectura simbólica, con matemática y astronómica precisión. Castel del Monte no sólo es una pieza única de la arquitectura militar medieval sino una exitosa combinación de líneas del Islam y el gótico cisterciense.
El castillo es el ejemplo de un verdadero estudio matemático, donde el número ocho es la base de todo, como un juego de simetrías (el número ocho es, según la concepción islámica, un número que simboliza la unicidad divina). Tiene un esquema de un octógonos concéntrico, basado en la Cúpula de la Roca en Jerusalén, donde de sus vértices salen ocho torres de 26 metros de altura, también ellas de forma octagonal.
La UNESCO incluyó a Castel del Monte entre los bienes que son Patrimonio de la Humanidad en 1996.