Lunes 21.04.2025

ISLAMICOS. UNA RELIGION QUE NO CONCIBE EL EXTREMISMO

Cerrar las puertas que llevan al odio

Por: Firas Elsayer (Centro Islamico de la Rep Arg)

Es deber de todo musulmán advertir a otros sobre la violación de este principio fundamental del Islam, que propone moderación y justicia.
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El Islam está siendo puesto a prueba ante una clase de personas que se inclinaron hacia el extremismo y el fanatismo, distorsionando la imagen de la religión, haciendo daño a su gente y permitiendo el derramamiento de sangre en su nombre. Este tipo de individuos quedaron muy lejos del principio de moderación y justicia que encierra el Islam. Y más aún cuando se los ve vanagloriándose de las matanzas y atentados, del sabotaje y la destrucción llegando, incluso, a atacar las casas de Allah (mezquitas) y a quienes las frecuentan.

“Por esta razón decretamos para los Hijos de Israel que quien mata a una persona sin que ésta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la tierra, es como si matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como si salvase a toda la humanidad. Por cierto que Nuestros Mensajeros se presentaron ante ellos con las evidencias. Pero muchos, a pesar de esto, se excedieron en la tierra”. Corán 5:32.

Así como el Islam preservó la vida de los musulmanes, sus bienes y honor, lo hizo también con quienes no eran musulmanes. Por eso, debemos saber que los actos perpetrados por esa gente criminal tienen sus causas que los explican. Algunas de ellas son ignorar el Islam, sus prescripciones y leyes, no recibir el conocimiento de la mano de los sabios del Islam, adherirse a agrupaciones extraviadas que adoctrinan a los jóvenes sobre el conceptos de extremismo, y la sed por el derramamiento de sangre.

También lo son burlarse de algunos sabios musulmanes, leer libros de autores desviados del sendero recto, que avivan el fuego en el corazón del lector y lo alejan de la verdad y de la moderación. O descuidar sus responsabilidades, tales como no interesarse por los hijos o desconocer a quienes les hacen compañía. Es obligación de los padres cuidar de sus hijos y advertirles sobre las malas compañías.

Otra causa es sentir aversión por las autoridades. Así, el joven crece con un odio hacia su país, su gente y sus gobernantes.

Hay muchos textos coránicos y de la tradición profética que insisten sobre la obligatoriedad de escuchar y obedecer, advirtiendo al mismo tiempo sobre el peligro de la segregación y la importancia de la unión. Es deber de todo musulmán estar precavido y advertir a otros sobre la violación de este principio fundamental.

Lo primero que tenemos que hacer respecto de esta situación es combatir la ignorancia que hay respecto de la Sharia (Ley islámica), ocuparnos más con el Libro de Allah y la tradición de su Profeta Muhammad a través de un entendimiento correcto, porque en ellos está la salvación de todo mal.

También debemos incitar a nuestros hijos a concurrir a los círculos de conocimiento religioso y escoger para ellos sabios, en quienes tenemos confianza por su abundante conocimiento correcto y su aferro a la religión de Allah.

Por su parte, los educadores en las escuelas y mezquitas, los predicadores, exhortadores y todos aquellos que tienen la posibilidad de hacer llegar el mensaje deben advertir sobre este extremismo criminal que una vez instalado en un
lugar se propaga como epidemia hundiendo a su gente en la ruina y en la infamia.

Entre los medios que hay que usar para acabar con esta plaga, citamos:


1- Desenmascarar a las cabezas de la corrupción que se valen del Islam para conseguir sus fines.


2- Cerrar las puertas que puedan conducir al fanatismo y al extremismo en todos sus aspectos. Actuar con dureza en los asuntos vinculados a la seguridad y justicia y no dejarse llevar por el sentimiento de mansedumbre. También proteger a la gente teniendo presente el temor a Allah, atraer lo que es de su beneficio y alejar lo que pueda corromperle.

3- Redefinir el buen uso de los medios de comunicación para que sean constructivos y no destructivos, procediendo a su buena estimulación transmitiendo la verdad del Islam y diferenciándolo de lo que pueda corromper los corazones y los cuerpos. Pues, el fanatismo en las pasiones produce fanatismo en las tendencias e inclinaciones.

TIEMPO DE RAMADAN

Ayuno diario

La celebración de Ramadán, que se inicia este año el 18 de este mes, dependiendo del avistamiento lunar, une al pueblo musulmán en un ayuno de 30 días. El objetivo es la purificación del cuerpo y el alma para consagrarse a la adoración de Dios, y recordar que la fraternidad exige compartir con las personas necesitadas el sentimiento de privación, y también los bienes y las gracias de Dios.