Miércoles 15.01.2025

En su catequesis durante la audiencia general

El Papa lamenta que en el mundo de la IA se explote a los niños

El pontífice insistió en denunciar el "flagelo" del trabajo infantil y de la violencia y los abusos a menores de edad. Advierte sobre una infancia "humillada, explotada y herida mortalmente" por variables económicas que "no respetan la vida".
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El Papa Francisco lamentó este miércoles, durante la audiencia general, que en un mundo que "crea Inteligencia Artificial (IA) y proyecta existencias multiplanetarias", siga existiendo "el flagelo del trabajo infantil" y los niños sean "explotados por una economía que no respeta la vida".

"Hoy sabemos proyectarnos hacia Marte o hacia los mundos virtuales, pero fatigamos a ver en los ojos de un niño que ha sido dejado al margen y que es explotado y abusado", dijo, al destacar que "el siglo que crea inteligencia artificial y proyecta existencias multiplanetarias no tiene en cuenta aun la llaga de la infancia humillada, explotada, herida mortalmente".

Ante los miles de fieles reunidos en la aula Pablo VI del Vaticano, Francisco dedicó la catequesis a la infancia y explicó que "incluso hoy demasiados niños se ven obligados a trabajar. Pero un niño que no sonríe y no sueña no podrá conocer ni hacer germinar sus talentos", agregó.

"En todas partes de la tierra hay niños explotados por una economía que no respeta la vida; una economía que, al hacerlo, quema nuestro mayor depósito de esperanza y amor. Pero los niños ocupan un lugar especial en el corazón de Dios, y cualquiera que haga daño a un niño tendrá que rendir cuentas ante Él", aseguró.

Por eso, destacó el pontífice, "los discípulos de Jesucristo nunca deben permitir que se descuide o abuse de los niños, que se les prive de sus derechos o que no se les ame ni proteja. Los cristianos tenemos el deber de prevenir diligentemente y condenar firmemente la violencia o el abuso de menores.

"Queridos hermanos y hermanas, quienes reconocen a Dios (...) no pueden permanecer indiferentes. No podemos aceptar que los hermanitos, en lugar de ser amados y protegidos, sean despojados de su infancia, de sus sueños, víctimas de la explotación y la marginación", instó el Papa.

Y concluyó: "Pidamos al Señor que abra nuestra mente y nuestro corazón al cuidado y la ternura, y que cada niño y niña del mundo pueda crecer en edad, sabiduría y gracia, recibiendo y dando amor".

Fuente: Agencias