La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) –que agrupa a más del 80 % de las comunidades evangélicas del país- exhortó a los legisladores a votar en contra de la despenalización del aborto porque “la vida es el primero de los Derechos Humanos que el Estado debe tutelar desde el momento de la fecundación”.
En línea con la posición moderada que adoptó la Iglesia católicas tras conocerse la decisión del Poder Ejetuvivo de habilitar el debate parlamentario sobre la interrupción voluntaria del embarazo., ACIERA se declara a favor de “crear espacios para la discusión seria y profunda de esta temática y todas sus implicaciones”.
Pero considera que la solución debe pasar por “desarrollar políticas públicas y acciones privadas que valoren la vida, en especial de los más débiles y desprotegidos, y ofrezcan alternativas posibles y viables para la no concreción del aborto. La prevención, la educación sexual, el acompañamiento a las mujeres embarazadas y la mejora de la ley de adopción –añade- son propuestas alternativas, justas y solidarias que fortalecerán nuestra sociedad”.
“Comprendemos que la práctica de abortos clandestinos, más allá de cuantos sean, es en sí misma, un problema humanitario y de la sociedad actual. Que las secuelas emocionales del aborto, clandestino o legal, son profundas y difíciles de sobrellevar. Pero entendemos que la salud pública argentina necesita encontrar propuestas que cuiden y protejan a la madre y a su hijo, y defiendan la vida, tanto de la mujer como la del niño por nacer”.
Señala que “el falso argumento en favor del aborto, llamado “derecho a elegir”, nada dice del “derecho a vivir” del que está siendo gestado. La ideología favorable al aborto trata de instalar la idea de que solo existe una persona, negando la realidad y el dato duro de la ciencia que afirma que hay dos. La biología, la embriología, la deontología médica, así como las ciencias humanas como el derecho, la filosofía y la antropología demuestran que esa postura es falsa. Nuestra posición en favor de la vida no es confesional o religiosa, sino científica, racional y ética”.
“Afirmamos –agrega- que la legislación argentina, la Constitución Nacional, el Código Civil y Comercial y los Tratados Internacionales protegen al niño por nacer desde su concepción, y lo hace sujeto de derecho. Afirmamos que el derecho que la mujer tiene sobre su cuerpo encuentra su límite frente al cuerpo del otro, ya que el embrión no es parte del cuerpo de la madre, su ADN es distinto al de sus progenitores”.
Y completan: “Entendemos que no hay vinculación alguna entre la profesión médica y el aborto, por tal razón no debe enmascararse el aborto como parte del servicio de salud pública, ya que no es propio de la medicina el matar personas inocentes e indefensas”.
Fuente: VR