Por: Daniel Goldman
Si bien la primera ordenación surge del propio texto bíblico (Números 27:23), la función del rabino, tal como la propia ley judía la ha diseñado, recién adquiere formalidad y reconocimiento 1.600 años después, es decir en el siglo II de nuestra era.
¿Qué significa el vocablo “rabí” o “rabino”? La traducción literal del idioma hebreo es “mi maestro”. Este es el modo de designar a quienes son honrados por su conocimiento en la Torá y el pensamiento judío. Existen varias corrientes en la práctica de la tradición israelita, siendo que cada una de ellas posee escuelas de enseñanza que otorgan y avalan este prestigioso título.
El rabino no cumple funciones rituales o sacerdotales, sino que se desempeña en la asunción de una misión educativa dentro de la comunidad judía. La etapa de instrucción y magisterio para formar a cada rabino requiere de años de esfuerzo y entrega. Pero, a su vez, ser maestro de maestros exige una sublime y apasionada dedicación en el estudio de las fuentes, a la que se le debe añadir una capacidad apropiada a la producción intelectual y académica.
En nuestro país, en el ámbito del conocimiento y la erudición de los textos bíblicos, quien más se destaca, sin duda alguna, es el rabino Felipe Yafe. De gran notoriedad internacional, el Doctor Yafe se formó en Buenos Aires, en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en el Seminario Teológico Judío de Nueva York.
El desempeño de su vocación durante décadas como guía espiritual de la Comunidad Bet Hilel, así como el Decanato del Seminario Rabínico Latino- americano, son dignos de ser mencionados.
Su tesis de doctorado, publicada hace varios años, que versa sobre “los profetas y los antiguos reinados”, se transformó en una obra clásica e ineludible a la hora de profundizar en la cultura de Oriente Medio.
Además, su dominio de lenguas clásicas y antiguas, su sapiencia y, por supuesto, su energía didáctica en el momento de impartir clases y dictar conferencias lo han transformado en uno de los faros fundamentales que iluminan nuestra generación.
Son decenas de estudiantes y discípulos los que participan en sus claustros y aulas del Instituto Kivún, academia de educación permanente para adultos, recientemente inaugurado, donde el querido maestro de este tiempo ofrece y brinda con pasión, convicción y contención sus cursos y ciclos de estudio. Vale la pena, por lo tanto, echar un vistazo a www.kivun. com.ar.
Dice el talmúdico Tratado de los Sabios: “Adjudícate un maestro y adquirirás un amigo”. De este modo, Rabí Yeoshua ben Perajia, autor del delicioso adagio (citado por el rabino Yafe en uno de sus artículos), nos está indicando que es ésta una bella manera de explorar algunas aristas de la vida que todavía permanecen ocultas y que tenemos la obligación de sondear, más allá de nuestra edad o de las horas que dispongamos.