Domingo 16.03.2025

CONTROVERSIA POR UNA RESTRICCION SANITARIA

La prohibición de dar la comunión en la boca suscitó un conflicto en San Rafael

Rechazo. Fieles protestan frente al seminario porque no quieren recibir la hostia en la mano.
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Las restricciones religiosas en el marco de la cuarentena suscitaron un sorpresivo conflicto en la diócesis mendocina de San Rafael. Un grupo de sacerdotes y laicos se opusieron a la prohibición de dar y recibir la comunión en la boca que forma parte del protocolo acordado entre el gobierno y la Iglesia en la provincia. Pese a que recibir la hostia en la mano no le resta valor, llegaron a protestar con rezos de rodillas delante del seminario diocesano, cuyo rector compartía la queja.

Basan su rechazo a que sea el propio feligrés el que manipule la hostia consagrada en vez del sacerdote en que la comunión en la boca es más piadosa, permite que solo la toquen manos consagradas, evita la pérdida de fragmentos y baja el riesgo de su profanación. En cambio, quienes aceptan la comunión en la mano sostienen que el hecho de que el laico toque la eucaristía no constituye ninguna indignidad, es un signo de adultez y contribuye a la higiene y sanidad.

En rigor, en los primeros siglos se daba la comunión en la mano, pero luego se pasó a la boca para reafirmar la preponderancia cultual del sacerdote. Finalmente, en 1969 el Papa Pablo VI permitió las dos modalidades. En la Argentina la Iglesia recién decidió dar las dos posibilidades en 1996.

El obispo de San Rafael, Eduardo Taussig –siguiendo instrucciones del Vaticano- anunció el cierre del seminario para restablecer el orden. En tanto, la Conferencia Episcopal les pidió a los rebeldes “lealtad” a su obispo y al Concilio Vaticano II.

En todas las provincias –al igual que en otros países- los protocolos incluyen dar y recibir la comunión solo en la mano.