Por: P. Guillermo Marcó
El Papa acaba de cerrar con éxito el VII Encuentro Mundial de Familias en Milán con una misa ante una multitud de más de 1.000.000 de personas. ¡Qué bien le habrá hecho a su corazón de pastor el encuentro con tantas familias venidas desde todos los rincones de la tierra! Un día antes, en el Estadio de fútbol de San Siro, donde juegan el Inter y el Milán, los dos grandes equipos de la ciudad, se dirigió a 70.000 chicos que este año tomarán los sacramentos y los exhortó a tener altos ideales: “Sean santos”, les dijo el Papa. En medio de un ambiente colorido y entu-siasta un niño se dirigió al Papa en nombre de todos los pequeños: “Para nosotros -le dijo- es muy lindo poder recibirte en el estadio donde juegan nuestros campeones y queremos decirte que sos el campeón más grande, porque sos el entrenador del inmenso equipo de la Iglesia”.
El problema es que el equipo le está dando dolores de cabeza. Pienso en la inmensa cantidad de asuntos que deben reclamar la atención del Papa y la calma que necesita para poder rezar, pensar, escribir y decidir sobre una enorme cantidad de cuestiones. Sin embargo, es evidente que sufreproblemas en su entorno.
Mientras Juan Pablo II estuvo enfermo los que lo rodearon hicieron un buen trabajo ocupándose de una serie de cuestiones que seguramente el Papa ya no podía atender. Fue así que el gobierno del Estado del Vaticano, con el cardenal Angelo Sodano como secretario de Estado, se acostumbró a decidir sobre innumerables cuestiones. Este grupo de hombres sería el que hoy estaría enfrentado con el actual Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. Este último no viene de la estructura de la tradicional diplomacia vaticana, ni es curial, sino que es másbien un astoralista que fue arzobispo de Génova, carente de experiencia para el cargo que ocupa. Un tercer grupo de personas de las que hasta ahora solo se conoce al “mayordomo”- preso en una celda vaticana- decidió violar todos los códigos de ética y filtrar directamente correspondencia privada y papeles del escritorio del Papa que hablan de estas internas, típicamente italianas. Toda esta correspondencia filtrada fue recopilada por el periodista Gianluigi Nuzzi y publicada en el libro ”Sua Santita: Las cartas secretas de Benedicto XVI”. En el prólogo, Nuzzi reconoce que “en todos los documentos filtrados queda clara la estatura moral del Papa, se percibe un pontífice con un profundo deseo de luz y verdad”. Convengamos que toda persona tiene su Judas, así como lo tuvo el Señor. Si después de conocer esto que pasa en el Vaticano se escandalizó, debería recordar el modelo de la primera Iglesia -la que fundó Jesús- y de la cual esta es su continuidad. Los evangelios nunca disimulan la torpeza de aquellos primeros obispos. Como ya recordamos, Judas -que robada de la bolsa común- lo vendió al Señorpor treinta monedas. Claro que luego se ahorcó. San Pedro –nuestro primer Papa- mintió públicamente cuando una mujer lo interrogó sobre Jesús y él contestó que “ni lo conocía” y al rato, como le había anticipado Jesús, cantó el gallo para dejarlo en evidencia y él lloró amargamente. Salvo Juan, que lo siguió hasta el final de la Pasión, los demás se escondieron muertos de miedo. No obstante, Jesús resucitado les renovó la confianza a todos y la mayoría dio la vida por anunciar a Cristo. En vez de escandalizarnos propongo que tratemos de rezar con más intensidad por el Papa y para que aquellos que lo traicionaron y promovieron los escándalos se arrepientan de corazón.