Obispos y arzobispos católicos de unos 20 países hicieron un llamamiento a la Unión Europea para que ésta tome medidas vinculantes contra el comercio de recursos naturales procedentes de zonas en conflicto.
Este llamamiento, enviado el martes a la AFP, es apoyado por la alianza CIDSE (Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad), que agrupa a 17 ONG católicas europeas y norteamericanas.
"Las empresas venden productos con recursos naturales que atizan la violencia y provocan sufrimientos. Nosotros, dignatarios de la Iglesia católica de todo el mundo, llamamos a la Unión Europea a poner fin a esta situación", escriben los 71 firmantes, entre ellos 26 brasileños, la delegación más numerosa, así como obispos de Bélgica, Francia, Suiza, Alemania, Camerún, Nigeria, Congo, Chad, etc.
Este mensaje se envía en momentos en que la Comisión Europea ha presentado un proyecto relativo al aprovisionamiento responsable de minerales, que será examinado por el Parlamento europeo en noviembre.
Constatando los "límites" de ese texto, los obispos piden su extensión a "todos los recursos naturales que mantienen la violencia y el conflicto" y a los "utilizadores finales" de los mismos, y no solamente a las empresas de extracción e importadoras.
"Una ocasión única se presenta hoy a la Unión Europea para contribuir a la desaparición de los conflictos violentos ligados a los recursos naturales, que han representado el 40% de los conflictos censados en todo el mundo en el curso de los últimos 60 años", argumentan los firmantes.
