El famoso Cura Villero, Coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia del Episcopado Argentino, Padre José María Di Paola, más conocido como el “Cura Pepe”emprendió en el día de hoy un viaje por 2 semanas a distintas provincias de Italia donde dará distintas charlas sobre su reconocida lucha para rescatar a los jóvenes del flagelo de las drogas.
Italia, y toda Europa, atraviesan momentos muy difíciles en materia económica, social, política, y de valores. El relativismo, la superficialidad, el hedonismo, el culto al tener, la discriminación, la reivindicación de pensamientos xenófobos y totalitarios, atacan la familia y la juventud del viejo continente. En ese contexto, el tema de las adicciones en Europa cruza transversalmente a jóvenes y adultos de todas las edades, y de todas las extracciones sociales.
El pasado sábado, sus colaboradores en la Capilla de la Virgen de los Milagros en la villa La Carcova de José León Suárez, en el Conurbano bonaerense, realizaron una choriceada para desearle un feliz viaje al Cura. Allí como invitados especiales estuvieron compartiendo el dirigente del Movimiento Social del Deporte Víctor Lupo, el dirigente del Centro Cultural “El Gran Lío”, Fabián D’ Antonio, el periodista de Tierras de América, Alver Metalli y el cantautor tucumano Mario Cabrera quien estrenó su nueva y bella canción: "ME VOY CON LOS CURAS DE LA VILLA"....
También en la reunión se proyectó el homenaje realizado hace unas semanas al “Gauchito” Gil con la actuación de Nico Favio. Tanto Cabrera como Nico, son artistas con una profunda participación popular y le dieron color y calor a una fiesta del gauchito que fue conocida y valorada por miles de devotos en todo el país.
El Padre Pepe disertará en Verona y Milán pero la mayor emoción será seguramente cuando se reencuentre con el Papa Francisco en Roma.
Por su cercanía, el Padre Pepe considera a Bergoglio “un amigo y un padre espiritual”. “Fue él quien me mandó en 1997 a la Villa 21”, asegura, mientras cuenta que en aquel momento lo puso al frente de un “equipo de sacerdotes” en una parroquia extrema, situada en una tierra de compra y consumo de drogas. Y, en relación a la tarea que le tocó llevar adelante junto a solamente otros tres sacerdotes para cuarenta mil personas, sostiene: “Gracias a él, a su presencia, hemos conseguido desarrollar muchos trabajos de prevención y recuperación utilizando la educación, el arte y el deporte como herramientas”.
Di Paola también siempre cuenta que fue salvado por la intervención del arzobispo Bergoglio cuando fue amenazado por el narcotráfico: “Me la habían jurado, él me protegió”. Y explica que todo fue por la droga. “Yo coordinaba a los sacerdotes, corría el año 2009 y habíamos hecho una declaración pública sobre el narcotráfico que no tenía control ni límite en Villa Miseria, estaba devastando a todos, incluyendo a los niños”, relata. Esto no pasó desapercibido, y un hombre bien vestido y con acento de ciudad se apresuró a explicárselo: “Me dijo que me matarían”. Después vinieron las amenazas telefónicas y las cartas. “Pero Bergoglio me defendió: durante una misa en la Plaza de Mayo, habló abiertamente de las amenazas cuando nadie lo sabía. Tanto es así que los medios de comunicación me buscaron, empezaron a interesarse, se despertó la atención por lo que estaba sucediendo. Pero no sólo eso, el Cardenal venía a la villa, se dejaba ver a mi lado, me acompañaba como un padre, apoyándome personal y públicamente en el momento para mí más difícil”, concluye.
En los últimos tiempos se conocieron sendos informes sobre el rol principal de Bergoglio a la hora de defender, proteger y cuidar a muchos laicos y sacerdotes durante la dictadura militar. La actitud de abrazo y protección a los curas argentinos ha continuado, ahora contra el flagelo del narcotráfico. Bergoglio y el Padre Pepe han sabido transmitir a la sociedad el grado de peligro que presenta la droga, y como está enraizada en ciudades y provincias. El gobierno ha tomado esa exhortación, y ha priorizado el tema, aumentando el presupuesto de la SEDRONAR, la secretaría que se encarga de la lucha y el tratamiento contra las adicciones, y nombrando al frente al sacerdotes Juan Carlos Molina.
Bergoglio, recordamos, como Papa Francisco, ya lo había recibido al Cura Villero el pasado 23 de agosto del año 2013.
Fuente: CAMINOS RELIGIOSOS