La Argentina lo recibió el 3 de agosto de 2009 en su llegada al seminario de su congregación instalada en el barrio porteño de Villa Lugano. Allí estuvo el padre Anaclet en el área de Formación y conoció (aunque de lejos, en alguna celebración) al cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco. También colaboró 8 años en la parroquia Jesús Salvador y, desde 2018, está en varios barrios de La Matanza. Desde agosto 2019, las comunidades cristianas de estos asentamientos se convirtieron en parroquia Beato Enrique Angelelli y Mártires Riojanos, en la que sirven juntos con el padre Daniel Echeverría y algunos seminaristas de su congregación.
La parroquia se estructuró a partir del nacimiento del Centro Barrial y el Hogar de Cristo, con la participación y acompañamiento de voluntarios de las cuatro comunidades. Con la pandemia llegaron los comedores donde se preparan todos los días entre 300 y 500 viandas de comida caliente y deliciosa. (Cuando los visitamos tres señoras sonrientes preparaban guiso de cerdo con variedad de verduras). Y así vio la luz un conglomerado de actividades “porque -explica Anaclet- en el cotidiano atendemos no solo lo espiritual, sino que hacemos un acompañamiento integral: Sacramentos, espacios de oración, catequesis, comedor, Casa Social Wenceslao Pedernera, Club Angelelli, Centro Barrial Santa Clara y Hogar de Cristo, “ayudando a las familias que no saben cómo manejar las situaciones de adicciones”.