En consonancia con la Jornada Mundial de Ayuno y Oración en Ucrania que se realizó este miércoles convocada por el Papa Francisco, hubo una invocación interreligiosa y prendieron velas en Plaza de Mayo de la que participaron referentes de diversos credos, entre ellos el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, y dirigentes políticos del oficialismo y la oposición.
Asistieron también a la ceremonia un nutrido grupo de jóvenes dado que la convocatoria fue hecha por la fundación pontifica Scholas Occurrentes que desarrolla en todo el mundo iniciativas en favor de la integración educativa y la formación en valores. Y se replicó en Córdoba y varias ciudades de América y Europa.
El encuentro se efectuó junto al Olivo que en 2000 plantó el entonces cardenal Jorge Bergoglio y se completó con el armado durante una semana de una carpa donde se pintó un mural colectivo en el que se podía estampar algún mensaje de paz. En 2003, cuando estalló la guerra en Irak, se había hecho un gesto similar.